Victoria de Durango es una ciudad conocida como “La Perla del Guadiana”, pues se encuentra en el valle del mismo nombre. Existe desde el siglo XVI y a la fecha es una de las urbes más desarrolladas de esta parte de México, debido a su tradición minera y de la industria de la madera. Vale la pena visitar el Museo Regional del Estado, el Museo Temático del Cine, el Museo de Arqueología y el Museo de Arte Moderno.
Bicentanario
Durango debería celebrar un Bicentenario al cuadrado. En ella —es un hecho poco conocido—, la noche del 30 de agosto de 1821 se libró la última batalla por la independencia. Su nombre oficial le viene del primer presidente de México, Guadalupe Victoria, nativo del poniente del estado. Durante la revolución el libertario general Arrieta hubo de tomarla tres veces, pues tal era su importancia y tan encarnizada la lucha. Ni siquiera mencionaremos a un tal Pancho Villa, también duranguense, porque los motivos ya sobran y es mejor no exagerar.
Tesoros de México
Casi a la mitad del antiguo Camino Real de Tierra Adentro —yugular de la riqueza novohispana— se alza orgullosa la pétrea ciudad de Durango, la de los hechos de armas y legendarios tesoros. Capital rigurosa y barroca, en sus calles la Casa del Conde del Valle del Súchil, la catedral y sus variados palacios nos indican, apenas, su añeja grandeza de centro minero. Lejos en el tiempo de guerras y haciendas, su nueva vocación industrial y financiera la mantiene vigente como laborioso, bellísimo oasis en la expansiva llanura.
