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Ciudad de México

Para la mayoría, la ciudad de México es un fin en sí mismo, pero desde otro ángulo es también un punto de partida: desde aquí se puede iniciar casi cualquier recorrido gastronómico, arqueológico, arquitectónico, etc.

O establecer una base para emprender travesías más largas a otros lugares de la república. Está de más decir que esta mega metrópoli tiene de todo y para todos los gustos, sólo hay que tener muy clara la bitácora para navegar en ella sin perderse, o para hacer justo esto último como se debe.

   

Patrimonio de la Humanidad

La ciudad de México cuenta, hasta el momento, con cuatro designaciones como Patrimonio de la Humanidad. En su Centro Histórico —corazón ejemplar de la Ciudad de los Palacios— la opulenta arquitectura colonial descanza sobre las huellas de la antigua metrópoli mexica. En Xochimilco la fabulosa naturaleza original se conserva entre canales y trajineras como una Venecia americana. La Ciudad Universitaria y la Casa Estudio de Barragán son dos joyas —una enorme y la otra íntima— de la arquitectura moderna mexicana y reflejan la creatividad constructora de esta apasionante ciudad.

 
         
 

Tesoros de México

La riqueza de esta ciudad va más allá de su condición de gran metrópoli. Su Museo de Antropología rescata la milenaria memoria del país entero. En el Palacio Nacional los murales escudriñan la identidad mexicana y, a su costado, las entrañas del Templo Mayor nos indican que ésta fue, alguna vez, una capital imperial. Fastuosos recintos como el Auditorio Nacional o Bellas Artes presentan lo mejor de las artes escénicas y su constelación de museos resguarda la esencia de la plástica mexicana. Los mexicas y los conquistadores ya lo sabían, esta ciudad es un tesoro en sí misma.

   
         
   

Naturaleza y ecoturismo

La megalópolis no ha desplazado totalmente el vergel que la vio nacer. Hacia Xochimilco sobreviven los canales y las chinampas de sobrada fama y también la bellísima naturaleza que alguna vez imperó en el valle lacustre. Por las Cumbres del Ajusco los árboles cubren las montañas que circundan la ciudad y se puede asistir a la recuperación de especies como el venado cola blanca y el conejo de los volcanes o zacatuche. En el Desierto de los Leones los amantes de las excursiones encontrarán la combinación de antiguos conventos y bosques tupidos. Y todo esto sin siquiera salir de la ciudad.